Chuletones, y chulos

Chuletones, y chulos

Este que vemos hoy es un ejemplo claro de cuando señalar lo obvio se convierte en motivo de ridiculización, críticas infundadas, manipulaciones y, cómo no, un perfecto ejemplo de la tendencia a opinar sobre cualquier asunto, queriendo aparentar ser más listo que el resto. El perfecto retrato de la política española y sus medios de comunicación.

Resulta que Alberto Garzón ha osado sugerir que hay que reducir el consumo de carne por salud y por la protección del medio ambiente y a todos los políticos les ha faltado tiempo para demostrar cual es su interés en el tema. Es como si quienes han atacado a Garzón no hubieran viso el vídeo original del ministro. A continuación repasamos lo que SÍ dice y lo que le critican.

Este es el tweet con el video original de @agarzon

En el minuto 1:09 dice: «Este vídeo no es un vídeo para echar la bronca a nadie».

Errejón: «El ecologismo tiene que seducir más que regañar»

En el minuto 2:19: «Esto no significa que no podamos hacer una barbacoa con la familia de vez en cuando»

Egea:

En el minuto 4:18: «La ganadería extensiva, por ejemplo, es mucho más sostenible que las grandes macrogranjas».

El presidente de Extremadura:

En el minuto 4:25: «Además, ayuda a enriquecer los suelos, a prevenir incendios».

Revilla: «La agricultura y la ganadería es lo más ecológico que hay. Yo no me puedo imaginar Cantabria, este verde maravilloso que vemos desde el avión…»

Minuto 4:29: «…y a crear puestos de trabajo que protegen la economía local».

García-Page: «y dice que no hay que comer carne, con lo que eso implica para miles de puestos de trabajo del sector cárnico en esta región«. «Si no tiene nada que hacer que no invente.»

En el minuto 5:46: «..que me digáis cómo podemos resolver un problema que, como acabamos de ver, ES COMPLEJO»

Pedro Sánchez: «A mí, donde me pongan un buen chuletón al punto…»

El infantilismo y/o la sobreactuación con la que los medios y muchos representantes políticos, (que por cierto apoyan este tipo de recomendaciones en sus gobiernos autonómicos o como partidos nacionales) en un tema que conlleva un gran consenso, científico, institucional y político resulta llamativa. «Hay que polemizar, sí o sí«, aunque haya que recurrir a obviar lo dicho para «desmentir» o «criticar» usando los argumentos que ya da Garzón en el propio video.

Imagen de una ganadería. Tierra.org

Es tan surrealista lo sucedido que no puedo menos que preguntarme que si Garzón hubiese afirmado que la Luna gira alrededor de la Tierra, hubiésemos asistido al mismo ejercicio de cinismo, con García-Page rematando con un: «Si no tiene nada que hacer que no invente». Faltaría más. Y con la mayoría de medios participando en los «zascas», por supuesto.

El problema es serio. Es serio porque como sociedad tenemos un enorme reto por delante con respecto al cambio climático y el cuidado del medio ambiente. Y mucha responsabilidad, si es que alcanzamos a ser conscientes de que no hacer nada implica dejar una herencia dañina y envenenada a las siguientes generaciones.

Un reto que, personalmente, considero que conlleva un cambio enorme como sociedades, sobre el que hemos ido dando largas, firmando acuerdos «maquillaje» o, simplemente mirando para otro lado hasta que ha ido calando en la opinión pública, los medios y políticamente con la suficiente fuerza como para que empiece a haber un cierto consenso en que «algo hay que hacer«, que no obligatoriamente significa que las decisiones que se tomen sumando intereses ajenos al clima o el medio ambiente (económicos principalmente), sean adecuadas o suficientes.

Justo en ese momento en el que se empiezan a exigir ciertos cambios en los hábitos de consumo que inevitablemente conllevan críticas puesto que normalmente no afectan a los privilegios ni modelos económicos creados durante la «globalización», sale en tropel parte del gobierno, políticos de la oposición y representantes autonómicos quedar en ridículo, como si les fuese la vida en ello.

Y es que ¿no son capaces de darse cuenta del daño que hacen? ¿Como espera esta gente que reaccione quien es reacio a cambiar sus hábitos, si ve que quienes defienden estos cambios, salen en tromba a atacar a alguien que habla sobre el tema? ¿Cómo espera Reyes Maroto que reaccione alguien cuando infantilmente dice «estamos ya un poco cansados de que nos digan lo que no tenemos que hacer»?

Nos encontramos ante un problema que requiere soluciones y consenso a medio y largo plazo, saboteado por el cortoplacismo del rédito político por quienes también defienden que hay que «empezar a moverse», y lo sabotean intencionadamente porque para ellos, más importante que atender a la necesidad de afrontar este reto es su interés político.

Para terminar, huelga decir que nada de esto es nuevo. Hace una década ya de este artículo que describe el comportamiento de los políticos frente a los problemas. Cortoplacismo, posibilismo, despotismo ilustrado, desconexión de la realidad, la corrupción, el alineamiento de intereses y el lobbismo, el mito del progreso económico… Son todas barreras difíciles de superar si no se plantea un cambio de paradigma en la sociedad.

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