Probablemente ya estés aplicando, aunque sea parcialmente, algunas medidas de reciclaje o re-utilización dentro de tu casa, pero la idea es que, si no lo has hecho ya, intentes dar un paso más allá:
Actúa y participa
Cuesta empezar pero cuando te lanzas, no hay vuelta atrás. Convéncete de que sí se puede y muévete para demostrarlo. Exige, participa. Los cambios que realizamos de la puerta de casa para dentro son básicos e indispensables, pero no suficientes para frenar el cambio climático y otras situaciones ambientales. ¿Que no eres un experto y que no cumples a la perfección con los puntos anteriores? ¿Te queda mucho por mejorar? No pasa nada. No sé si hay alguien que tenga una vida perfectamente sostenible en medio de una ciudad occidental. Quien destaca en uno de los aspectos cojea en otro, pero acompañados el camino es más fácil y si nos apoyamos unos en otros, llegaremos más lejos.
¿No sabes por dónde comenzar? Seguro que cerca de tu casa hay algún grupo o causa con el que puedas colaborar: entidades locales, agrupaciones estudiantiles, centros cívicos, grassroots, o ONG’s que fomentan el uso de la bicicleta, que actúan contra la obsolescencia programada, que defienden la soberanía alimentaria, y tantas cosas más, o grupos ecologistas como los mundialmente conocidos, Greenpeace, Amigos de la Tierra, WWF, Ecologistas en acción y tantos otros. Averigua cuáles son las opciones y escoge la que mejor se ajuste a tu personalidad. ¿Qué no tienes tiempo? Eso decíamos nosotros, y mira. Si te mueve la pasión, siempre hay tiempo.
Para lo que no hay tiempo, es para esperar. Te aseguro, por experiencia, que nadie ganará más que tú y que en estos grupos todos tenemos algo que aportar, no importa cuál es tu conocimiento sobre el tema o si tienes experiencia previa en activismo, y siempre hacen falta manos, ideas y ganas de trabajar.