Parque Natural de Somiedo

Parque Natural de Somiedo

El Parque Natural de Somiedo, coincidente en su totalidad con el concejo del mismo nombre, se localiza en la zona centro-occidental de la montaña asturiana.

El territorio de Somiedo se organiza en cuatro valles principales. El área más occidental es surcada por el río Pigüeña, que corre de sur a norte para confluir con el río Somiedo casi en el límite septentrional del Parque. El valle es recorrido por la carretera que desde Aguasmestas, puerta del Parque, se dirige a la localidad de Villar de Vildas. Seccionando en dos mitades el ámbito del Parque, el río Somiedo corre también en dirección sur a norte, buscando la confluencia con el Pigüeña en Aguasmestas. Por la derecha, a las aguas del río Somiedo se unen las del valle de Saliencia y las del Río del Valle, ambos en dirección sudeste a noroeste.

Lago del Valle, en el valle del Lago – Wikimedia Commons

El ámbito del Parque incluye treinta y nueve entidades de población. La población sufrió una marcada regresión desde inicios de siglo que parece haber sido contrarrestada por la declaración del Parque en 1988 y las nuevas oportunidades de empleo que ello supuso.

El territorio descrito es, desde el punto de vista ambiental, uno de los más valiosos de la Cordillera Cantábrica, pues a su alto grado de conservación une una originalidad y una diversidad ambiental y paisajística únicas, que hacen que en este espacio aparezcan la mayor parte de los ecosistemas y especies que caracterizan al área central de la Cordillera Cantábrica. Dicha singularidad se debe a la gran variedad de sustratos litológicos, al fuerte relieve, a las peculiares condiciones climáticas de un área en la que el carácter oceánico general de la cornisa cantábrica se ve matizado por una cierta continentalidad de origen orográfico, y a su situación biogeográfica.

Flora y vegetación

Tras los hayedos, los bosques mejor representados son sin duda los robledales que cubren algo más de un cuatro por ciento de la superficie del Parque. Cuando los sustratos son pobres en bases, silíceos, el roble albar (Quercus petraea) se acompaña principalmente de abedul (Betula pubescens subsp. celtiberica). En cambio, cuando se trata de sustratos ricos en bases, calcáreos, además del roble albar aparecen fresnos (Fraxinus excelsior), arces (Acer pseudoplatanus) y tilos (Tilia platyphyllos y T. cordata), entre otras especies. Los robledales debieron ocupar en el pasado amplias áreas en la parte más baja del Parque. Sin embargo, la productividad de los suelos que ocupan y el aprovechamiento maderero han supuesto la frecuente sustitución por prados y pastizales de uso ganadero o formaciones arbustivas y de matorral de diferente tipo.

A pesar de la riqueza de sus bosques, la intensa actividad ganadera desarrollada secularmente en el Parque ha dado lugar a amplias superficies de prados y pastizales, que cubren casi la quinta parte del territorio. La explotación ganadera en Somiedo aparece condicionada por el duro relieve y climatología de la zona. La mayor parte de los terrenos de pastizal ocupan zonas de montaña de difíciles accesos e inutilizables durante la mayor parte del invierno.

Fauna

Somiedo alberga una de las más ricas comunidades de vertebrados de la Cordillera Cantábrica. A ello contribuye sin duda su gran diversidad ambiental y un alto grado de conservación, en gran medida favorecida por la complejidad de su orografía y el escaso poblamiento.

Somiedo alberga uno de los principales núcleos o seros de la Cordillera Cantábrica, con una tasa reproductiva comparable sólo a la del área de Hermo en Cangas del Narcea. No en vano, la conservación del oso fue una de las causas principales de la declaración del Parque Natural.

Lutra lutra

En Somiedo se han catalogado casi media centena de especies de mamíferos. Entre los de mayor interés destaca el lobo (Canis lupus), que parece localizar en el Parque tres grupos reproductores que predan principalmente grandes ungulados silvestres. Destacan también por su interés en la conservación la liebre de piornal (Lepus castroviejoi), frecuente en las áreas abiertas de montaña, el desmán ibérico (Galemys pyrenaicus), que se encuentra en casi todos los cursos de agua, y la nutria (Lutra lutra), que recientemente ha colonizado los Lagos de Saliencia.

La lista de mamíferos incluye además numerosos carnívoros, como el zorro, la marta, la gineta, el gato montés, la garduña y el tejón; micromamíferos como la musaraña de campo, la rata de agua y el ratón espiguero; quirópteros cavernícolas como el murciélago grande de herradura, el pequeño de herradura, el de cueva o el de patagio aserrado; quirópteros forestales, como el murciélago orejudo dorado o el de bosque y otros más ubicuos como el de ribera o el enano.

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