Parque Natural de Ubiñas – La Mesa

Parque Natural de Ubiñas – La Mesa

El Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa se sitúa en el área central de la Cordillera Cantábrica y está integrado por terrenos de los concejos de Teverga, Quirós y Lena (la totalidad del concejo de Teverga, la parte de Quirós al sur del río del mismo nombre y una estrecha banda montañosa al sur del concejo de Lena). Limita al sur con la provincia de León, al oeste con el Parque Natural de Somiedo y al norte con Belmonte de Miranda, Grado, Yernes y Tameza y Proaza y al este con Aller.

Parque Natural de Ubiñas-La Mesa – Javier Díaz Barrera (Flickr)

En general, se trata de un territorio de montaña caracterizado por un relieve de muy fuertes contrastes. Al sur, el macizo de Peña Ubiña constituye tras los Picos de Europa el principal sistema montañoso de la Cordillera Cantábrica. El cordal principal toma una dirección de sudeste a noroeste y hace de divisoria de aguas entre Asturias y León, incluyendo varias cumbres de más de 2000 m. Tal es el caso de Peña Cerreos, Peña Ubiña, y El Ranchón, entre otros. El territorio descrito se organiza en cinco cuencas hidrográficas principales que a grandes rasgos adoptan un trazado de sur a norte. El territorio lenense es regado por los ríos Pajares y Huerna, tributarios de la cuenca del Caudal. La parte de Quirós es drenada por los ríos de Lindes y Ricabo, que separados por el imponente macizo rocoso de Peña Rueda corren en dirección norte para sumar sus aguas a las del río Trubia, limite septentrional del espacio. El concejo de Teverga es regado por el río del mismo nombre, que confluye con el Trubia a la altura de Caranga, ya en el concejo de Proaza. La fuerte orografía del área deja poco espacio útil para la actividad que se concentra principalmente en los valles de los río Teverga y Quirós.

Los concejos del Parque se vieron favorecidos económicamente a lo largo del siglo XX por la presencia de ricos yacimientos de carbón y hierro que propiciaron cierta actividad industrial. Ese sistema económico sufrió profundamente la reconversión del sector en los años ochenta, abriéndose como principales esperanzas de futuro el desarrollo y promoción de una ganadería extensiva de aptitud cárnica y el desarrollo del sector turístico, actividades ambas para las que la comarca reúne cualidades óptimas.

En lo relativo a los elementos principales del paisaje, cabe destacar que el entorno de Peña Ubiña muestra claros signos de un intenso modelado glaciar. El paisaje glaciar se hace especialmente evidente en el amplio valle en artesa de los Puertos de Agüeria, uno de los parajes más hermosos del Parque. Aparecen allí los impresionantes depósitos morrénicos arrastrados por el glaciar desde la cuenca alta y un suave relieve en el que abundan pequeños cursos de agua meandriformes y frecuentes charcas y tremedales. Más arriba, aún puede reconocerse el circo situado al pie del Fontán.

Posteriormente los roquedos calizos han sufrido también un intenso modelado kárstico. Los ácidos carbónicos disueltos en el agua de lluvia han provocando la disolución del roquedo calizo dando lugar a frecuentes dolinas, uvalas y simas como la de La Rolamuela, de casi seiscientos metros de desarrollo vertical. De especial interés resulta en este sentido el área de los Puertos de Marabio, al norte de Teverga. Se trata en este caso de un complejo kárstico de notable entidad, cuajado de dolinas y valles ciegos que drenan las aguas de escorrentía hacia sumideros conectados con las oquedades más profundas.

Flora y fauna

El elevado rango de altitudes presente en el Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa y la variedad de sustratos calcáreos y silíceos da lugar a una notable diversidad en el paisaje vegetal. Un rasgo muy destacado es la amplia superficie de masas forestales autóctonas que cubren un tercio del territorio del Parque.

Los bosques más extensos y mejor conservados son sin duda los hayedos, que tienden a ocupar todas las laderas de umbría con independencia de la naturaleza silícea o calcárea del sustrato. Tras los hayedos, las formaciones boscosas mejor representadas son los robledales y abedulares.

Por encima del límite superior del bosque dominan extensas áreas de pastizales usadas ancestralmente por los vecinos del área e incluso por rebaños de merinas trashumantes procedentes de Castilla, León o Extremadura. Especialmente ricas son las praderas de los Puertos de Agüeria salpicadas de densos bosquetes de acebo que sirven de refugio al ganado. En ocasiones el ramoneo por parte del ganado y la fauna ha dado lugar a curiosas formas que asemejan topiarias de jardinería. Las áreas de suelo más escaso se cubren sin embargo de matas de aulaga, brecina, agracejo, escuernacabras e incluso genciana. La importancia de la ganadería en la economía local queda patente en el hecho de que una cuarta parte del Parque se encuentre cubierto por prados y pastos, con un sistema de explotación basado en la trashumancia estacional, con pastoreo estival de los pastizales de las zonas altas y un mantenimiento de los prados de las zonas colina y montana, mediante siega.

En lo referente a la fauna, la diversidad de hábitats que se da en un territorio tan amplio hace que se den cita un gran número de especies entre las que figuran las más representativas de la Cordillera Cantábrica. Así se encuentran, tanto especies de elevado interés cinegético como jabalí, corzo, ciervo o venado y rebeco, como de grandes y pequeños mamíferos o micromamíferos. Entre todas las especies, la más destacada es, sin duda, el oso pardo. El Parque coincide con el extremo oriental del área de distribución de la población osera occidental, la que se encuentra en mejor estado. Los principales núcleos reproductores se sitúan en el concejo de Quirós.

Armiño

En cuanto a las aves, debe destacarse la riqueza de algunas especies ligadas al medio forestal y con elevados requerimientos ecológicos. Las características del territorio hacen posible además la presencia de un buen número de aves de montaña. Ese es el caso del gorrión alpino, el acentor alpino, el bisbita alpino, o la perdiz pardilla. En cuanto a las rapaces, en los cortados calizos más abruptos es posible observar la nidificación de especies como el águila real, el buitre, el alimoche y el halcón peregrino.

Cabe destacar también la presencia de especies asociadas a cauces fluviales con una elevada calidad ambiental, tal es el caso del desmán ibérico, o la existencia de hábitats cavernícolas de interés. Por otro lado, la cavidad de Cueva Huerta, situada en el ámbito del Parque alberga la mayor colonia regional de hibernación del murciélago de cueva.

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